domingo, 7 de agosto de 2016

Asíntota


So, la inspiración ha vuelto momentaneamente para traerme esto...

Desde que te conozco, has sido la asíntota más inextricable y la más hermosa. 
Llámame loco, iluso o masoquista, 
pero mientras estás a mi lado,
del aura me salen mandrágoras, de la piel azúcar y solo me nace quedarme ahí a florecer sobre tus deseos, tus penas y tu falta de fe.
Y mis deseos?
Eres tú,
tu cuerpo,
la tersura de tu piel de arena playera,
tus piernas, el infinito aposento de mi boca,
tu boca, mi fresa jugosa,
tu abdomen, mi almohada de sueño y tu mirada, cielo de picardía confusa.
Y mis penas?
Un piropo fallido,
un día donde mis besos no te alcanzan,
donde tus cabellos no están al alcance de mis dedos temblorosos,
la certeza de que mueres primero y yo me desmorono en elegías,
la penumbra de un posible atardecer marino sin tu mano sobre la mía.
Y mi fé?
Mi fe es la única que se acuesta contigo y confía en tu abrazo,
tu palabra y tu boca, ese manantial de palabra precisa y de frase incompleta.
Tú, verdugo de mi corazón,
esperanza de mi alma,
estoy aquí en este siempre porque sin tus laberintos no me hallo, y si me hallo,
solo es en tu voz.