jueves, 31 de mayo de 2018

Caballo de troya

Hello,
Aquí les traigo el poema de la semana, espero les guste.

Sean felices.





Yo soy tu caballo de troya, 
porque tu vanidad me ha permitido infiltrarme en tu juego. 
A tus ojos soy un inocente más,
una víctima. 
Y sí, soy un inocente, pero nadie como tú para sacarme la hiel,
Todos aunque inocentes tenemos de eso en las venas. 
Sin embargo, no haré nada por odio,
Tu peor problema es que mi venganza nace del amor. 

Yo soy tu caballo de troya, un hombre de guerra. 
Un gladiador cuyo corazón arrancaste y aplastaste bajo tus zapatos de diseñador. 

¿Qué se hace con la frustración de un hombre de guerra? 
Dicen que se la deja fluir cual humo,
Dicen que se la abraza hasta que se transforma en ira, 
y yo he escogido abrazar a la ira a falta de tu abrazo.
¿O acaso esto que siento por ti es pura tristeza?
Quizá solo soy dueño de esta gana de pagarte con la misma moneda.

Y este caballo que ya no quiere ser tuyo, sangra.
Soy un caballo de madera que sangra ira, tristeza y una frustración construida lentamente por tu mirada.
Hoy vengo a venderte mi corazón inocente, un corazón lleno de espinas que ahora serán mis aliadas.
He venido a hacerte caer en tu trampa,
a ver tus manos llenas de rezos,
solo así podré perdonar lo que has hecho para reducirme a cenizas.

viernes, 25 de mayo de 2018

El último verso

Hello!
Este es el final de una serie de poemas. 
Espero les guste.



Hoy es el primer día del resto de mi vida 
Ahora, la santa justicia alcanzará a los mentirosos, a los traicioneros,
y es este el manifiesto de mi renuncia a la claridad de tu mirada.
A la misión fallida que me has impuesto y que luego he adoptado como mía.
Por eso, no me mientas,
No te mientas más, pues cada mentira que alimentas vuelve para acecharte.
Te ofrezco redención para que vuelvas a la luz.
Le ofrezco llaves a tus cadenas, mientras aplazo karmas por un crimen gris.
He llegado entonces hoy vestido de negro, a este, tu último verso,
arrastrando esta culpa y esta abundancia de desgana hasta tu puerta,
solo para ayudarte a aceptar, a llegar a esta playa en la que te espero.

Esta es mi última carta, el último halago que planeo regalarte.
¡Ya no más! 
Me he cansado de caminar descalzo por los caminos de tu vida,
pues me he convertido en el mendigo de tu sonrisa y en honor a ella, te despido con un verso más.

En la víspera de mi partida, quiero aclararte que perdono tus ofensas, 
mientras cargo una cruz por permitirme violar mis principios en tu nombre.

Por ti, conocí mis límites.
Al final, sí eras un reflejo de mi proceder,
Ahora veo que ir tan lejos de mí por alguien más, ni siquiera es un halago.
Ahora vuelvo a mirar hacia adentro y me encamino a nuevos propósitos, dejando atrás toda la injuria que viví al caminar por tus pasillos.
Pienso entonces en cómo habría sido todo si ante mí te hubieras desnudado desde un principio. 
¿Habrías arriesgado tanto como para coartar mi voluntad?
¿Habrías ganado más de lo que yo perdí en estos años de soledad?
Seguramente estabas parada en la ventana de la inseguridad mientras mirabas hacia abajo, con miedo a saltar después de toda una vida de tormenta.
Me hubiera gustado entonces, llamarte a sentir este abrazo con sabor a verano.

Lo siento si no fui lo que esperabas, pues ni yo esperaba tan poco.
No esperaba ver mis sombras y querer equilibrar la balanza en tu nombre por mi propia mano.
Como siempre, esperaba ser víctima de un otro.
Compadeciendo y llevando la camisa del victimario, me transformé en tu verdugo.
Me llené de motivos y te hice mi víctima.
Ahora es claro que fuimos dinamita al tocarnos, 
todos nos vieron explotar y cuando las plumas volaron, todo el mundo solo se rió de mí.

viernes, 18 de mayo de 2018

Un niño con sueño

Hello,

Una vez más aquí les dejo el poema de la semana, está especialmente dedicado a un gran amigo mío, 

el Gato Molina, es artista, por aquí les dejo el link a su blog: http://blog.gatomolina.com/ 

Enjoy!


Así es siempre,
Siempre rendido al sueño, pero con la expectativa de vivir algo antes de dormir.
La esperanza está en el último rayo de luz que se cuela por sus pestañas.
Incluso cuando todo está perdido, su corazón se aferra a ella.
La salida a los problemas siempre está en ese último suspiro de su conciencia.
En ese momento, todo podría pasar y él perdérselo, por exceso de somnolencia.

En ese momento,
podría ganar la lotería,
obtener el corazón de alguien,
beber de la sonrisa que le regalan con el rabillo del ojo
o darse cuenta de que está vivo.
Sin embargo, sueña,
y despierta con la curiosidad en la boca,
con el impulso de vivir un futuro cercano, y quizá ganar la lotería,
obtener el corazón de alguien,
tomar una foto de la estrella que brilla ante él cuando alguien le sonríe con el rabillo del ojo y por consecuencia,
darse cuenta de que está vivo.
Aún así es duro poner los pies en el frío suelo de la habitación,
es duro recordar cuantos otoños le quedan de interrumpir el sueño.

Entonces recuerda los amaneceres de su niñez,
la expectativa de vivir una aventura diaria con el pequeño corazón gladiador latiendo en el pecho,
y llora, porque le parece haber perdido la capacidad de respirar y sentir color.
Le parece que ahora solo será protagonista de su vida en un posible viaje de verano,
y al ver otros horizontes, no reconocerá a este ser que camina fuera de contexto.
A cada paso lejos de su casa, revelará un poco más a ese niño que nunca dejó de ser
y que se disfraza de adulto cada día para ir a trabajar.

Es así como viajar en verano será su acto liberador,
la desnudez de un alma pueril,
el acto de quitarse la máscara de todos los días y respirar a voluntad. 
Entonces, cuando el último rayo de luz solar se cuele por una montaña desconocida, se preguntará:
¿Es crecer respirar a voluntad, o es acaso la necesidad de sobrevivir la que nos obliga a ello?

jueves, 10 de mayo de 2018

Mujer de salsa

Hello there,

Aquí estoy una vez más hablando de esta mujer de salsa.
Gracias por leer.




Fuiste un cariño diferente, 
un amor de salsa caribeña y ritmos anacrónicos. 
Fuiste salsa de lámparas caleñas, amarillas y nostálgicas que me ayudan hoy a no regalarte demasiados versos,
Ahora solo tengo este impulso, el impulso del último suspiro de un amor que no fue.

Te confieso que en sueños he jugado a esconderme bajo tu saya y a regalarte este corazón vagabundo. 
Te confieso que en mis días de despecho, bailé en tu honor "un periódico de ayer" y no logré tapar el sol. 
Entonces, Belalcázar me sorprendió en una tarde de oeste amándote por brujería. 
Y yo me decía: ¿qué será?, ¿qué será que pasa por la cabeza de este poeta tan delirante?
Deliraba de noche y de día a raíz de la temperatura de tu amor,
y luego, me quedaba impertérrito en la pared de tu vida, como un cuadro de tu colección. 
Los sábados en cambio, mi mente se confundía con la brisa de un gato de tejada que te acompañaba a cenar, mientras yo asombrado, vivía con tus ojos sembrados en la espalda.

Te nombre amor, mientras me gritabas mentiras a los ojos. 
Tenías todo a tu antojo pero tu orgullo me quitó las cadenas.
Me di cuenta de que yo era un volcán en erupción, y tú tenías la piel hecha en cristal de hielo.
Y que pena me daba, que pena verme sacrificado en tu querer, enterrado en el cementerio de tu obsesión arrepentida.
Aún hoy me es injusto, pues ya lo tuyo es demasiado. 
Es demasiado que aún te sientas digna de mis afectos,
mientras sigo aquí como un idiota, esperando ser pacificado por el aguardiente de tu amor profundo. 
Entre tanto, la conciencia me dice que no te debo querer, que tú eres el diario, la prensa que no debo leer.
¿porque para qué leer las malas noticias del periódico de ayer?

Entonces anda, sigue tu camino y hasta luego,
que ya estoy decidido a irme corriendo de esta, tu fría soledad,
pues ya me di cuenta de que no se te puede querer.
Solo quedan estas palabras que son de aire, 
buena suerte encontrando a otro que te fabrique un suspiro más.

Creditos:
Para este poema, utilicé frases de las siguientes canciones:
Mi Sueño - Willie Colón

Periódico de Ayer - Hector Lavoe
Brujería - El Gran Combo
Oh, ¿qué será? - Willie Colón
Qué puedo hacer yo - Albert Mendez
Escarcha - Willie Colón
Qué pena - Hermanos Lebrón
La Conciencia - Gilberto Santa Rosa

jueves, 3 de mayo de 2018

Pantone - Cien años de soledad

Una vez más aquí está el poema semanal.

:) Enjoy!



Noto que la música fluye de la radio como un torrente, sin llegar a sumergirse en mis oídos.
Que fútil se me hace a veces ser como música que nunca llega a ser escuchada.
Que inútil es escribirle al aire del desierto, gritar y que la arena no se mueva.
Si hablo y nadie me escucha, ¿significa eso que mis palabras nunca existieron?

Soy un árbol que cae en medio de la selva húmeda sin nadie que atestigüe mi caída.
Soy un elefante blanco y solitario que muere a merced del cazador que nunca lo sintió ser.
¿Soy ser entonces, o soy un objeto a merced de un tren que nunca llega?

Hoy por ejemplo ha sido un buen lunes, la lluvia ha caído, pero yo sigo teniendo un alma de nevera.
Sigo experimentando un dolor lejano, casi ajeno al anhelo.
Con un casi falto de definición, un purgatorio emocional que quiere ser infierno y paraíso.

El martes me sorprenderá con un sol que quema, me observará escribirle al aire del desierto,
mientras que la arena impertérrita, no me tocará.
Sentiré como el sudor se me resbala por la espalda mientras el viento toca una melodía estridente,
y aún habrá uñas arañando las pizarras de mi conciencia.

Luego será miércoles y sentiré que todo apenas empieza, el tiempo se arrastrará lánguido y caluroso.
Las gaviotas no abandonarán el nido, y todo seguirá estando pintado de amarillo color Cien años de soledad.
Ya no habrá nada más que hacer, solo soltar.
Soltar será el día y los estertores de la noche fría me obligarán a dejar el lecho.

Entonces llegará el jueves y recorreré mi casa en busca de algo que no recuerdo haber sentido,
aún faltarán tres días y tengo la certeza de que seguiré queriendo morir el domingo.
Ahora procedo a derretirme, no quiero nada y lo quiero todo, estoy infectado del "nada importa" del día a día.
Este odio de domingo por la tarde que se me ha sembrado en lo cotidiano, lo anuncia el periódico y solo apesta a falta de amor.