viernes, 25 de mayo de 2018

El último verso

Hello!
Este es el final de una serie de poemas. 
Espero les guste.



Hoy es el primer día del resto de mi vida 
Ahora, la santa justicia alcanzará a los mentirosos, a los traicioneros,
y es este el manifiesto de mi renuncia a la claridad de tu mirada.
A la misión fallida que me has impuesto y que luego he adoptado como mía.
Por eso, no me mientas,
No te mientas más, pues cada mentira que alimentas vuelve para acecharte.
Te ofrezco redención para que vuelvas a la luz.
Le ofrezco llaves a tus cadenas, mientras aplazo karmas por un crimen gris.
He llegado entonces hoy vestido de negro, a este, tu último verso,
arrastrando esta culpa y esta abundancia de desgana hasta tu puerta,
solo para ayudarte a aceptar, a llegar a esta playa en la que te espero.

Esta es mi última carta, el último halago que planeo regalarte.
¡Ya no más! 
Me he cansado de caminar descalzo por los caminos de tu vida,
pues me he convertido en el mendigo de tu sonrisa y en honor a ella, te despido con un verso más.

En la víspera de mi partida, quiero aclararte que perdono tus ofensas, 
mientras cargo una cruz por permitirme violar mis principios en tu nombre.

Por ti, conocí mis límites.
Al final, sí eras un reflejo de mi proceder,
Ahora veo que ir tan lejos de mí por alguien más, ni siquiera es un halago.
Ahora vuelvo a mirar hacia adentro y me encamino a nuevos propósitos, dejando atrás toda la injuria que viví al caminar por tus pasillos.
Pienso entonces en cómo habría sido todo si ante mí te hubieras desnudado desde un principio. 
¿Habrías arriesgado tanto como para coartar mi voluntad?
¿Habrías ganado más de lo que yo perdí en estos años de soledad?
Seguramente estabas parada en la ventana de la inseguridad mientras mirabas hacia abajo, con miedo a saltar después de toda una vida de tormenta.
Me hubiera gustado entonces, llamarte a sentir este abrazo con sabor a verano.

Lo siento si no fui lo que esperabas, pues ni yo esperaba tan poco.
No esperaba ver mis sombras y querer equilibrar la balanza en tu nombre por mi propia mano.
Como siempre, esperaba ser víctima de un otro.
Compadeciendo y llevando la camisa del victimario, me transformé en tu verdugo.
Me llené de motivos y te hice mi víctima.
Ahora es claro que fuimos dinamita al tocarnos, 
todos nos vieron explotar y cuando las plumas volaron, todo el mundo solo se rió de mí.

1 comentario:

  1. Inspiradas frases del Yo quiero ser...libre, plena, autonoma, amada, valorada, respetada.

    ResponderEliminar