martes, 6 de noviembre de 2018

Del odio y la tristeza

Hello,

Aquí les traigo otro poema. Este es especial, va para una persona que come y no deja comer.

Espero les guste.


Creo que te odio,
desde lo más profundo quiero patearte la vida,
desgarrarte a besos la piel de serpiente,
y que llores las únicas lágrimas que puedas llorar.

Creo que te odio, con límites,
pues mi odio no es más que una tristeza estancada,
un intento de hacerte sentir esta humedad,
este rastro en mi piel que de tanto reptar has dejado
y que aún hoy sigues obligándome a sentir.

Creo que te odio,
aún cuando la presencia de tu cuerpo es el sexo,
aún cuando tu deseo significa violencia.
Y siento arcadas del miedo ante la inconsciencia de cuánto te quiero,
y huyo en tres dimensiones ante el abrazo que me propinarás si cierro los ojos en sueño.

Pero entre tanto odio malinterpretado me callo ante los hechos,
el dolor me inunda por dentro y mea culpa.

Mea culpa porque yo que me he encerrado en tu casa,
ahora le inspiró carcajadas a la libertad, y amor al miedo.

Es sin duda un disgusto mirarte a los ojos, y mirarme encantado, aún queriéndote.

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