viernes, 8 de marzo de 2019

La situación

Hello!

Como siempre, por aquí les traigo el poema de la semana. Espero les guste y lo compartan en sus redes sociales.

Fue una situación. 
Ella lucía muy alta, 
aunque realmente mediamos lo mismo. 
Desde que la vi, nunca la miré, 
nunca a su manera. 
Siempre dispuesta, me seguía y no me daba cuenta. 
Lucía muy alta y me daba pena, 
había insistencia y me daba pena. 
Sin importar distancias, yo prefería caminar. 
Tratando de encontrar mi casa se perdió una vez, e incluso así, no paró. 
Visitas de 4:20, 
visitas a las plantas, 
risitas, cómo estás, 
agua y café, por favor. 
La pista y después la negación, 
una prueba, una foto y luego, ¡la luz! 
Un sueño quizá demasiado tiempo soñado, no se desprecia por muy oscura que sea la cueva.
El reto de no ser ansioso, 
de esperar, de vernos en el baño y poder hablar de viajar sin pasaporte. 
¿Cómo jugar al ajedrez para quedarte en mí y que no te vea nadie? 
Luego, la luz ya un poco gris, 
pataletas pequeñitas, 
la cínica decepción y el caos. 
Hubo silencio y palabras veloces, 
porque nunca podría ella odiarme, cuando me ama. 
Quizá sin pecado va el que no sabe amar con menos veneno. 
Solo había un amor correspondido y esperanza, 
esperanza en sus ojos espías. 
Y locura, porque solo se le llama locura a querer dañar lo que amas solo porque es tuyo. 
Tan alta, muy alta y tan baja al final. 
Y entonces llegó la noche y la fatiga, 
pesaron los años de tanto intentar. 
Se notó el tiempo perdido, se notó todo. 
Pero que nunca nada se note, que se note la ausencia y la luna nueva en lo alto, pero nunca nada más. 

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