jueves, 22 de octubre de 2015

Reflexiones de un loco con sueño



Sin energía, también me salen cositas.


Hoy el día terminó muy rápido.
Los días se acaban más rápido desde que ya no te espero.
Es como si mi consciencia se comiera las horas para no pensarte, para no esperarte, para no extrañar la intriga que se fue.
Esa intriga que me ocupaba el pecho, esa intriga que me dejó un espacio en el esternón.
Aún me pregunto si valió la pena, si valió la energía, si valieron las noches de Luna.
Me digo que sí, pues del cielo se me otorgó la esperanza.
Y les digo, confíen, confíen hermanos de alma, acabado el ocaso, también hay luz.
La luz del sol ya fue, pero la luna permanece, reflexiva y cauta, pero luna al fin.
Al final del ciclo, con la luna nueva entierro los pies en el suelo y le hago luto a mi dicha, mientras le echo tierra, por segunda vez, a la puerta de la poesía.

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