lunes, 24 de septiembre de 2018

El niño del blues

Hello again!

Por aquí les dejo el poema de la semana. Está dedicado a un buen amigo llamado Manuel Restrepo, su arte fue inspiración para este poema.



Mientras caminaba en la oscuridad,
la luz de tu armónica me encendió una vela en el pecho.
Su grito me habló de ti y del vigor del viento del sur.
Vi como dulcemente la música te atravesaba el alma,
embriagado cerrabas los ojos por contener una avalancha de rosas, 
pues con cada beso, se te escapaban pétalos de las manos.

Entre tus acordes,
me pareció escuchar un susurro,
Era Walter, orgulloso de tus pasos que fueron suyos.
Bailaba, y de sus pies salían vítores amarillos que me entibiaron el corazón,
pues vi que la clave sol es tu abono, y creces, buscando su luz espectacular. 

Has nacido del polvo del sur para despertar la vida entre estos muertos, 
y he sentido paz al verte jugar con la brisa de la noche.
Le susurras la vida y el amor a tu armónica 
y nos apuñalas con su llanto maravilloso, 
mientras zapateas como loco,
mientras vives el sueño de ser un niño del blues.
El grito de tu armónica es tu reflector y con el nos muestras lo sublime, 
la melancolía de mirar hacia atrás, y así vivir un mejor presente. 

Entonces brindo por ti,
por esta estrella que vives, 
porque estás hecho de azúcar y en mis ojos te reflejas airoso,
mi corazón es almohada de buenos deseos para que te saborees el mundo,
pues veo en tus ojos el hambre y las ganas de hacernos brillar. 

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