lunes, 15 de octubre de 2018

Amargura a destiempo

Hello again,

Por aquí les dejo un trozo de mi semana, sean felices.


Hace horas que es de madrugada, 
hace horas que escucho el repicar de manecillas inmoviles y enloquezco,
ante el sonido de Cronos que toca a mi puerta.
Veo en la pared la sombra de un cuchillo imaginario,
veo sueños donde me abro el pecho,
me saco del alma el veneno y dejo de escuchar la salsa de alcoba de un vecino inoportuno,
alucinando alejarme de la vida por el tiempo que dure tu ausencia. 

Reflexión,
que despropósito ha sido el querer de esta década,
ya al romanticismo le empiezan a florecer achaques en la piel,
achaques bandera que me recuerdan que estás hecha de tela raída
ondeas y ondeas,
gritas mentiras en forma de estandarte,
pero mi lluvia de lágrimas no termina de matar tu pasión. 

Con vos el destino es la sequía y el hambre, 
ponés ante mí coloridos bodegones,
retirás el mantel de la mesa y entonces,
babeo sobre la madera lisa y pobre, 
sobre la impenetrable máscara de tu cara bendita. 
Por vos invoco al insomnio para que no se me permita soñarte,
pero hasta él se queda corto y en sueños,
no sos más que un espejismo.

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