viernes, 5 de abril de 2019

La Bendición

Hello!

Por aquí les traigo el poema de la semana. Este poema está hecho a modo de "echarse la bendición", como cuando uno se desea que le vaya bien. Lo escribí inspirado en alguien que me gusta mucho.
Espero ustedes también gusten del poema.


Muchas gracias por leer

Fotografía: Ayran Riascos


Este es el deseo de mi piel y el sueño por el que rezo:
que me bañe la lluvia de tu presencia, 
que me vista el acto cándido de tu tacto, 
y que Dios se haga mi palabra para pronunciar tu nombre con honor. 

Que tu mirada nos ampare de la guerra,
y que la esperanza tácita deje una marca indeleble entre tu mano y mi mano,
un pequeño grito de victoria.

Que tus gritos ilícitos en la noche nos alumbren, 
que con la almohada nos tapemos los miedos,
dejando que nuestros cuerpos hablen,
para que nuestras bocas se ocupen solo de hacernos volar. 

Que te mueras en flor,
que me deshaga en rocío,
y qué los gorriones me despierten a tu lado,
solo con ganas de repetir la pelea.
Que sea la bendición del amanecer, 
santificando toda tregua que acuerden nuestros abrazos. 
Que seas mía por un momento o no,
pero que la cumbia nos encuentre bailando, 
siempre bailando, 
entre la risa y el sexo,
entre la paz o la guerra, 
entre mis gemidos y tu voz.
Amen. 

Solo eso me deseo,
conformarme con menos es estar ciego, 
conformarme con menos, es no creer en Dios. 

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