sábado, 29 de enero de 2011

Poemaaa - Vuelvo a los brazos de mi apoderada…


Lo escribi por mi mayor miedo...La soledad

Quiero ver sus ojos y apartar el dolor del corazón helado, ese q sustrae penas, arranca emociones y sustituye rencores con el agua sagrada
Tu alma huye de mis brazos y se instala en diferentes horizontes, pero al verte ahi, mis emociones visitan extraños parajes y mi carácter adopta paisajes crípticos q las estrellas no descifran
Como saber si la felicidad de hondonada de plata no se confunde con orgullos ocultos?
El caminante solo sabe q el horizonte esconde fantasías q no nacen en mis praderas, y las espinas de mis caminos me transforman en figuras q la luna no reconocería al ver aquella alma
Pero al otro lado del bosque hay algo q mi mente no distingue, se oculta en sus misteriosos dilemas y sabios crucigramas.
Quiero apartar mis canciones abrazar mis nuevas ilusiones, encontrar los lentes de la claridad y abrazar a la verdad, esa q conocía y olvide recordar...
Dejare las cadenas, pero no le pediré a la doncella nada, eso me valdría horas de dolor, despojándome de la lección procedente de mis memorias.
Encontrare un nuevo escenario para mis actos de soledad, aquellas fantasías de libertad que solo su mente me dará, quizás reconocí su aura y me adentre en sus ideales y en ellos, descubrí la selva de mis sueños realizados.
Mi franqueza no es suficiente para tus ojos, ni me trajeron a la caja de cristal con dignidad suficiente como para mirarte y dejar de lado la capacidad de amarme más.
El cristal roto sonríe desde el pavimento de mi conciencia, murmura q de nuevo la torpeza triunfo y ahora el mundo es tan gris como mis escrituras
Ese color q tan gris con el q ella me contagio, me abrazo con deseos de muerte me sujeto con manchas de dolor, y me trajo a la puerta en la que ese individuo me golpeo hasta dejarme inconsciente de mis deseos muertos.
Deseos de sepultar tus rayos en lo más profundo de la conciencia colectiva, desde la q la luz se regocija con la pena de un nuevo silencio, una de las esquinas del cuarto oscuro, en la q me oculto en ausencia de una sonrisa q se incrementaba en mis reproducciones
Ya que soy una hoja q cae con el viento al averno…
Efigie de la oscuridad, mientras aquel niño sonríe sínicamente al ver mis facetas iluminadas por el sufrimiento que llego con la promesa de orgullos guardados.

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